Vacunas y autismo: desmontando el mito

  • El bulo nace en 1998 tras una investigación que relacionó datos falsos entre la administración de la vacuna triple vírica y el origen del autismo.
  • Desmontamos ésta y otras creencias falsas que ponen en riesgo la salud pública y recalcamos la importancia de la vacunación como prevención de enfermedades graves que pueden prevenirse.
Fotografía en la que una fila de personas esperan para que un médico les ponga una vacuna

En 1998 se relacionó el uso de vacunas con el origen del trastorno del espectro del autismo (TEA) en un estudio sin rigor que demostró ser un fraude tiempo después. Desde entonces este mito sigue instaurado en el ideario colectivo y las falsas creencias que se tienen sobre las causas del autismo.

Desde el Centro Español sobre trastorno del espectro del autismo publicamos un informe técnico en el que aportamos evidencias científicas contrastadas que desmontan este mito y otras teorías sobre el origen del autismo que han sido desacreditadas por la comunidad científica.

 

El origen de la falsa teoría 

Andrew Wakefield publicó en la revista The Lancet un estudio en el que relacionaba la administración de la vacuna triple vírica con el autismo. Sin embargo, investigaciones posteriores determinaron que los datos fueron alterados por el facultativo inglés en busca del resultado que esperaba. La falsedad de los datos y la falta de evidencia científica de su estudio tuvo consecuencias inmediatas: Wakefield perdió su licencia médica por mala conducta profesional y el artículo fue retirado de la prestigiosa revista británica. Para entonces, ya se había sembrado la duda entre la población sobre los beneficios de la vacunación. 

La vacuna triple vírica nada tiene que ver con el autismo, tal y como respaldó la investigación sobre este fraude publicada en la British Medical Journal (BMJ) y como lo hacen las agencias líderes de salud como son los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, la investigación del Statens Serum Institut de Copenhage concluyó que no existe relación entre la administración de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola con el TEA, de forma que no aumenta su riesgo ni, mucho menos, lo desencadena. 

 

Otras bulos: el mercurio y el autismo

Aunque el origen del autismo tiene una fuerte implicación genética, a día de hoy, no se conoce una causa directa que lo explique. Esto genera especulaciones y falsas creencias que pueden poner riesgo la salud, física y mental, de las personas autistas, sus familias y las del resto de la población.  

Otra falsa corriente relacionó el mercurio que llevan las vacunas, y una posible intoxicación, con el autismo. Algunos viales (frascos) que contienen diferentes dosis de vacunas utilizan un conservante llamado timerosal. Este conservante está hecho a base de mercurio etílico, una sustancia que es inocua para la salud (no intoxica). Estudios posteriores concluyeron que no existía ninguna relación entre la exposición al timerosal y el desarrollo neurocognitivo, origen de la condición autista. Existe una extensa y sólida evidencia epidemiológica respecto a la ausencia de relación entre las tasas de vacunación con timerosal y la prevalencia de autismo en la población 

Lo cierto es que, además de la fuerte implicación genética sobre el origen del autismo, en la actualidad se necesita aún mucha investigación que explique las causas de su aparición en la etapa del neurodesarrollo.  Por eso es esencial diferenciar la información con respaldo científico y cuál no.   

En conclusión: 

 

  • La evidencia científica ha demostrado la ausencia de relación entre vacunas y autismo. Los estudios que los relacionaron resultaron ser un fraude que respondía a otros intereses o han quedado desacreditados por estudios posteriores 

 

  • La vacunación es una de las herramientas más eficaces para prevenir enfermedades graves. El movimiento antivacunas fue declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de las principales amenazas para la salud pública a nivel mundial en el año. Lo hizo en el año 2019, año de la pandemia Covid-19. 

 

 

Si quieres profundizar en esta información te dejamos dos recursos que puedes consultar o descargar: 

 

Informe técnico completo sobre vacunas y autismo

Guía breve sobre vacunas y autismo